sábado, 10 de diciembre de 2016


Discalculia.



La discalculia se define como la dificultad para hacer cálculos matemáticos. Las matemáticas son un problema para muchos estudiantes, pero la discalculia puede hacer que un adolescente no comprenda incluso los conceptos matemáticos básicos.

La discalculia es una condición cerebral que afecta la habilidad de entender y trabajar con números y conceptos matemáticos. Algunos niños con discalculia no pueden entender conceptos numéricos básicos. Se esfuerzan mucho para aprender y memorizar datos numéricos básicos. Puede que entiendan qué hacer en la clase de matemáticas pero no entienden por qué lo hacen. En otras palabras, no entienden la lógica del proceso.

Otros niños entienden la lógica de las matemáticas pero no están seguros cómo y cuándo aplicar su conocimiento para resolver problemas.

La discalculia se conoce con otros nombres. Algunas escuelas públicas la llaman ”discapacidad del aprendizaje de las matemáticas”. Los médicos a veces la llaman “trastorno de las matemáticas”. Muchos niños y padres la llaman “dislexia de las matemáticas”.

Hay muchas herramientas y estrategias que pueden ayudar con la discalculia. El truco está en encontrar las que funcionen mejor.

Entender los números y otras dificultades


La discalculia puede afectar varias áreas del aprendizaje y el desempeño en matemáticas. Diferentes niños enfrentan desafíos diferentes.

El problema más común es “entender los números”. Esto se refiere a la comprensión intuitiva de cómo funcionan los números y cómo comparar y estimar cantidades en una secuencia numérica. La mayoría de los investigadores están de acuerdo que entender los números es la base del aprendizaje de las matemáticas. Si los niños no entienden lo básico sobre cómo funcionan los números, aprender matemáticas y usarla en la vida diaria puede ser muy frustrante.

Hay estudios que muestran que, inclusive los bebés, tienen una noción básica de los números. El Dr. Brian Butterworth, un investigador líder en discalculia, compara entender los números con ser daltónico. Él afirma que algunas personas nacen con “ceguera” para los números y esto dificulta que puedan diferenciar cantidades.

La ceguera para los números es una de las razones por la que muchos niños tienen problemas relacionando los números con el mundo real. No pueden entender que “cinco galletas” es el mismo número de objetos que “cinco panes” o “cinco manzanas”.


¿Qué causa la discalculia?

Los investigadores no saben con exactitud qué causa la discalculia, pero han identificado ciertos factores que indican que es una condición cerebral.


Estas son algunas de las posibles causas de la discalculia:

Genes y herencia: Los estudios muestran que algunas familias están más predispuestas a la discalculia. Los investigadores descubrieron que los niños con discalculia frecuentemente tienen un padre o un hermano con dificultades similares. Por lo tanto, la discalculia puede ser genética.

Desarrollo cerebral: En la actualidad, hay investigadores que están usando herramientas modernas de imágenes cerebrales para estudiar el cerebro de personas con y sin dificultades con las matemáticas. Lo que aprendamos de ese estudio nos ayudará a entender cómo ayudar a los niños con discalculia. El estudio también encontró diferencias en la superficie, grosor y volúmen de ciertas áreas del cerebro. Esas áreas están relacionadas con el aprendizaje y la memoria, con la planificación y la supervisión de tareas y con recordar datos matemáticos.

Medio ambiente: La discalculia ha sido vinculada con la exposición al alcohol en el útero. El nacimiento prematuro y con bajo peso puede que también tengan un rol en la discalculia.
Lesión cerebral: Los estudios muestran que lesiones en ciertas partes del cerebro pueden resultar en lo que los investigadores llaman “discalculia adquirida”.


En los niños con discalculia no está claro cuánto de sus diferencias cerebrales son causadas por la genética y cuánto por sus experiencias.

Los investigadores están tratando de determinar si ciertas intervenciones para la discalculia pueden “reconectar” el cerebro de los niños con discalculia y así facilitar el aprendizaje de las matemáticas. Este concepto es conocido como “neuroplasticidad” y se ha visto que funciona en personas con dislexia.



Signos de alerta de la discalculia en preescolar y kínder.

  • Tiene problemas para aprender a contar, especialmente cuando debe asignar un número a cada objeto perteneciente a un grupo.
  • Tiene problemas reconociendo los símbolos que representan a los números, como hacer la conexión entre “7” y la palabra siete.
  • Le resulta difícil conectar un número a una situación real, como saber que “3” se puede aplicar a cualquier grupo que tenga tres cosas: 3 galletas, 3 carros, 3 niños, etc.
  • Tiene problemas recordando números y omite números mucho tiempo después que niños de su misma edad ya cuentan números y los recuerdan en el orden correcto.
  • Se le dificulta reconocer patrones y clasificar los objetos por tamaño, forma y color.
  • Evita juegos populares como Candy Land porque usan números, requieren contar y otros conceptos matemáticos.



Actividades cotidianas para mejorar la discalculia y algunos ejercicios.



Existen algunas actividades del día a día que pueden ayudar a trabajar la discalculia en casa. Algunas de las cosas que se pueden hacer en casa son:

Poner la mesa: Al poner la mesa dejar que el niño reparta los platos, los cubiertos y las servilletas para reforzar la noción de correspondencia uno a uno.

Contar coches: Cuando se haga un trayecto en coche o autobús se puede jugar a contar cuántos coches de un determinado color se encuentran en el trayecto. De esta forma se estimula la capacidad de hacer secuencias y recordar los números del niño.

Buscar números al pasear: Mientras das un paseo con tu hijo pídele que busque todos los números que pueda encontrar (matrículas de coches, números de portales, carteles con precios, etc.). De esta forma lo ayudarás a aprender las formas y las correspondencias de la grafía de los números con su valor.

Ayudar en la cocina y al hacer la compra: Al cocinar se puede pedir al niño que ayude contando algunos ingredientes como frutas o verduras. También se puede pedir al niño que ayude con la compra, contando las cosas que necesitas para meterlas en el carrito o sumando cantidades en función de su nivel.


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NÚMEROS Y MÚSICA.
Este recurso intenta acercar a través de la música la identificación de los números, fonológicamente y su relación con las cantidades. Las dificultades de memoria y atención, que presentan los alumnos con discalculia es otro de los aspectos trabajados en la reeducación de esta dificultad y que con esta canción también se tratará. Primero visualizaremos el vídeo musical donde veremos el número de elefantes al que nos referimos con cada número y luego todos juntos la cantaremos indicando con los dedos la cantidad de elefantes.

Enlace: 








FUENTES.
https://www.understood.org/es-mx/learning-attention-issues/child-learning-disabilities/dyscalculia/understanding-dyscalculia
https://neeytic.wikispaces.com/Discalculia-ALUMNOS
https://www.google.com.mx/search?q=que+es+la+discalculia+y+como+tratarla&rlz=1C1WPZA_enMX676MX676&espv=

martes, 6 de diciembre de 2016




DISLALIA.
Resultado de imagen para dislalia tratamientoDislalia es la dificultad que presentan algunos niños, y también adultos, para pronunciar un fonema o sonido. Hablamos de fonema y no de letras, porque no siempre un sonido corresponde con una letra. Hay fonemas como el sonido s o el sonido k, que se grafican con dos o tres letras diferentes (ej: k, c, q).
 Cuando un niño empieza a hablar, adquiere lentamente la capacidad de emitir los sonidos de su lengua materna y alrededor de los cinco años debería pronunciar correctamente todos los fonemas, incluido el rr, que es por lo general el último en aprender. Se considera dislalia cuando la dificultad Aída Pohlhammer E. Fonoaudióloga Universidad de Chile Cantando Aprendo a Hablar D ¿Qué son las dislalias? de pronunciación se mantiene más allá de la edad esperada para la aparición de cada fonema y este es mal pronunciado en todas las palabras, sin importar su posición. Las causas más frecuentes de dislalias y dificultades de articulación son:
 ➤ Fisiológicas. El niño no tiene aún la maduración necesaria para adquirir el fonema. Es lo que vemos frecuentemente en niños que recién empiezan a hablar y en este caso no se considera dislalia. 
➤ Ambientales. Es cuando el medio no le ha entregado los modelos correctos a imitar.
 ➤ Audiógenas. Son niños que no tienen la capacidad auditiva para diferenciar entre dos sonidos semejantes. Los casos más frecuentes se relacionan con cuadros de otitis media, que al solucionar el problema auditivo corrigen su dislalia rápidamente. 
➤ Anatómicas. Se producen cuando los órganos de articulación tienen alguna anormalidad que les impide realizar el movimiento adecuado. En este grupo caen diferentes patologías, pero lo más frecuente de observar son los niños con frenillo sublingual corto, que no pueden pronunciar los fonemas ele, ere y erre, que se emiten con la lengua elevada hacia el paladar.
 ➤ Funcionales. Son más frecuentes y se deben a que la lengua no aprende automáticamente el movimiento que debe hacer para realizar el sonido. En esos casos el niño necesita que se le ejercite, para poder pronunciar el fonema e incorporarlo a su habla habitual.
 Recordemos que dijimos que se trata de dislalias cuando el fonema no se puede pronunciar, no importa qué posición ocupe en las palabras (inicial, al medio o final). Cuando un niño dice: ¿Me quiero ir a mi taza? En lugar de “me quiero ir a mi casa”, no hay dislalia porque el fonema k lo puede realizar (está en la q de quiero). En este caso, se trata de un proceso de simplificación que puede ser temporal, pero hay que tener cuidado, porque cuando se vuelve muy frecuente y ocurre sobre los tres años de edad; puede tratarse de un problema de lenguaje más difícil de corregir. Es bueno que los niños tengan superadas sus dislalias antes de aprender a leer y escribir. De lo contrario, con frecuencia trasladan el problema de articulación a la escritura. Además, al tener conciencia de su dificultad, evitan las palabras que contienen el fonema que les cuesta, lo que provoca bloqueos en los mensajes y deterioro de su iniciativa verbal. Por lo general, las dislalias se superan con la maduración del sistema nervioso, sin embargo, algunas personas llegan a la adultez con este problema.
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Tratamiento de la dislalia infantil

1. Estimulación de la capacidad del niño para producir sonidos, reproduciendo movimientos y posturas, experimentando con las vocales y las consonantes. Se le enseñará a comparar y diferenciar los sonidos. 

2. Estimulación de la coordinación de los movimientos necesarios para la pronunciación de sonidos: ejercicios labiales y linguales. Se enseña al niño las posiciones correctas de los sonidos más difíciles. 

3. Realización de ejercicios donde el niño debe producir el sonido dentro de sílabas hasta que se automatice el patrón muscular necesario para la articulación del sonido. 

4. Al llegar a este punto, el niño estará preparado para empezar con las palabras completas, a través de juegos. 

5. Una vez que el niño es capaz de pronunciar los sonidos difíciles, se tratará que lo realice fuera de las sesiones, es decir, en su lenguaje espontáneo y no solo en las sesiones terapéuticas.

Es conveniente saber que los niños con dislalias necesitan tratamiento con un especialista que aplicará el tratamiento adecuado, con la ayuda de juegos y mucha colaboración de la familia. Y es que la dislalia es un problema que no desaparece sin la intervención de un especialista. La intervención de un logopeda o de un maestro en audición y lenguaje, cuyo objetivo es que el niño aprenda a articular los sonidos correctamente, empieza con una evaluación del nivel articulatorio del niño, y un programa basado en los siguientes pasos:

El tratamiento consiste en ejercitar la musculatura que está interviniendo en la producción de los sonidos. La terapia se centra en juegos que facilitan la adquisición de las habilidades necesarias. Requiere implicación y participación tanto del niño como de su familia, para que el proceso pueda ser seguido y complementado por ellos en casa. Cuando la causa del trastorno viene por malformaciones físicas se requerirá un procedimiento médico para ayudar al niño a que supere las dificultades en el desarrollo de las capacidades del habla.
Cuando la causa del trastorno es por retrasos fonológicos, será necesaria una intervención educativa especializada para conseguir la adquisición de las habilidades para producir los sonidos del habla de forma completa. Hay casos, como los del frenillo lingual que se necesita de una intervención quirúrgica.

FUENTES 
-Guiadepsicologia.com 
- Delogopedia.com 
-http://www.cantandoaprendo.cl/pdf/columna8.pdf
-https://www.youtube.com/watch?v=Jq9Ey6e3DBA