DISLALIA.
Dislalia es la dificultad que presentan
algunos niños, y también adultos, para
pronunciar un fonema o sonido. Hablamos
de fonema y no de letras, porque no siempre
un sonido corresponde con una letra.
Hay fonemas como el sonido s o el sonido
k, que se grafican con dos o tres letras diferentes
(ej: k, c, q).
Cuando un niño empieza a hablar, adquiere
lentamente la capacidad de emitir los sonidos
de su lengua materna y alrededor de
los cinco años debería pronunciar correctamente
todos los fonemas, incluido el rr,
que es por lo general el último en aprender.
Se considera dislalia cuando la dificultad
Aída Pohlhammer E.
Fonoaudióloga Universidad de Chile
Cantando Aprendo a Hablar
D
¿Qué son las dislalias?
de pronunciación se mantiene más allá de
la edad esperada para la aparición de cada
fonema y este es mal pronunciado en todas
las palabras, sin importar su posición.
Las causas más frecuentes de dislalias y
dificultades de articulación son:
➤ Fisiológicas. El niño no tiene aún la
maduración necesaria para adquirir
el fonema. Es lo que vemos frecuentemente
en niños que recién empiezan a
hablar y en este caso no se considera
dislalia.
➤ Ambientales. Es cuando el medio no
le ha entregado los modelos correctos a
imitar.
➤ Audiógenas. Son niños que no tienen
la capacidad auditiva para diferenciar
entre dos sonidos semejantes. Los casos
más frecuentes se relacionan con
cuadros de otitis media, que al solucionar
el problema auditivo corrigen su dislalia
rápidamente.
➤ Anatómicas. Se producen cuando los
órganos de articulación tienen alguna
anormalidad que les impide realizar el
movimiento adecuado. En este grupo
caen diferentes patologías, pero lo más
frecuente de observar son los niños con
frenillo sublingual corto, que no pueden
pronunciar los fonemas ele, ere y erre,
que se emiten con la lengua elevada hacia
el paladar.
➤ Funcionales. Son más frecuentes y se
deben a que la lengua no aprende automáticamente
el movimiento que debe
hacer para realizar el sonido. En esos
casos el niño necesita que se le ejercite,
para poder pronunciar el fonema e
incorporarlo a su habla habitual.
Recordemos que dijimos que se trata de
dislalias cuando el fonema no se puede
pronunciar, no importa qué posición ocupe
en las palabras (inicial, al medio o final).
Cuando un niño dice: ¿Me quiero ir a mi
taza? En lugar de “me quiero ir a mi casa”,
no hay dislalia porque el fonema k lo puede
realizar (está en la q de quiero). En este
caso, se trata de un proceso de simplificación
que puede ser temporal, pero hay que
tener cuidado, porque cuando se vuelve
muy frecuente y ocurre sobre los tres años
de edad; puede tratarse de un problema de
lenguaje más difícil de corregir.
Es bueno que los niños tengan superadas
sus dislalias antes de aprender a leer y escribir.
De lo contrario, con frecuencia trasladan
el problema de articulación a la escritura.
Además, al tener conciencia de su
dificultad, evitan las palabras que contienen
el fonema que les cuesta, lo que provoca
bloqueos en los mensajes y deterioro de su
iniciativa verbal. Por lo general, las dislalias
se superan con la maduración del sistema
nervioso, sin embargo, algunas personas llegan
a la adultez con este problema.
Tratamiento de la dislalia infantil
1. Estimulación de la capacidad del niño para producir sonidos, reproduciendo movimientos y posturas, experimentando con las vocales y las consonantes. Se le enseñará a comparar y diferenciar los sonidos.
2. Estimulación de la coordinación de los movimientos necesarios para la pronunciación de sonidos: ejercicios labiales y linguales. Se enseña al niño las posiciones correctas de los sonidos más difíciles.
3. Realización de ejercicios donde el niño debe producir el sonido dentro de sílabas hasta que se automatice el patrón muscular necesario para la articulación del sonido.
4. Al llegar a este punto, el niño estará preparado para empezar con las palabras completas, a través de juegos.
5. Una vez que el niño es capaz de pronunciar los sonidos difíciles, se tratará que lo realice fuera de las sesiones, es decir, en su lenguaje espontáneo y no solo en las sesiones terapéuticas.
Es conveniente saber que los niños con dislalias necesitan tratamiento con un especialista que aplicará el tratamiento adecuado, con la ayuda de juegos y mucha colaboración de la familia. Y es que la dislalia es un problema que no desaparece sin la intervención de un especialista. La intervención de un logopeda o de un maestro en audición y lenguaje, cuyo objetivo es que el niño aprenda a articular los sonidos correctamente, empieza con una evaluación del nivel articulatorio del niño, y un programa basado en los siguientes pasos:
El tratamiento consiste en ejercitar la musculatura que está interviniendo en la producción de los sonidos. La terapia se centra en juegos que facilitan la adquisición de las habilidades necesarias. Requiere implicación y participación tanto del niño como de su familia, para que el proceso pueda ser seguido y complementado por ellos en casa. Cuando la causa del trastorno viene por malformaciones físicas se requerirá un procedimiento médico para ayudar al niño a que supere las dificultades en el desarrollo de las capacidades del habla.
Cuando la causa del trastorno es por retrasos fonológicos, será necesaria una intervención educativa especializada para conseguir la adquisición de las habilidades para producir los sonidos del habla de forma completa. Hay casos, como los del frenillo lingual que se necesita de una intervención quirúrgica.
FUENTES
-Guiadepsicologia.com
- Delogopedia.com
-http://www.cantandoaprendo.cl/pdf/columna8.pdf
-https://www.youtube.com/watch?v=Jq9Ey6e3DBA
Muy buena informacion ¿cuales son las técnicas para trabajar la dislalia?
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